LA REVOLUCIÓN: PUNTOS DE PARTIDA

martes, 20 de marzo de 2012

Siria: ¿ Hasta cuándo...?

¿Qué hacer con Siria?

Por: Elespectador.com

Esta pregunta, que parece obvia, no tiene una respuesta clara y se la siguen formulando todas las partes involucradas en un conflicto con cerca de ocho mil víctimas, en su inmensa mayoría civiles, según denuncias de la oposición al régimen dictatorial de Bashar al Asad. Aunque los analistas creen que el gobierno terminará cayendo, no se ve una salida a corto o mediano plazo, mientras continúa el desangre cotidiano.

Hace un año, la Primavera Árabe encendió las primeras manifestaciones en contra del gobierno con un modelo parecido al de Egipto, Túnez, Argelia o Libia. La respuesta de Damasco fue la represión, como lo había hecho en otras ocasiones, motivando a más ciudadanos en ciudades intermedias, e incluso en la capital, a sumarse a la protesta. Al poco tiempo se incorporaron también miembros de grupos islamistas y desertores de las fuerzas armadas, que crearon el Ejército Sirio de Liberación. Hasta ahí parecía seguirse, con marcadas diferencias, un camino similar al de Libia.

Sin embargo, la situación de Siria es especial. En lo interno cuenta con un ejército bien preparado, sus organismos de inteligencia y represión son muy efectivos y Al Asad mantiene un importante apoyo popular. En lo internacional cuenta con el decidido apoyo de Irán; Rusia y China bloquean las sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU; Israel pareciera inclinarse por la fórmula de “más vale malo conocido que bueno por conocer”; Estados Unidos y los países europeos buscan la salida diplomática y no van a liderar acciones militares, dejando el liderazgo regional a Turquía o Arabia Saudita.
En este ambiente de incertidumbre es donde se mueve Al Asad, quien continúa comprando armas a Rusia e incrementa la represión de manera despiadada. La situación que vivió la ciudad de Homs en días pasados es diciente. Mientras los barrios donde se asentaba la protesta fueron machacados sin misericordia por la artillería, una vez ingresó el ejército y huyeron los defensores se han denunciado masacres contra civiles cometidas por los militares. Así las cosas, la frágil oposición trata de sobrevivir y el ESL está siendo diezmado mientras espera la ayuda internacional. Nada de esto parece posible a corto plazo.
Las opciones que se barajan en este tablero de ajedrez son varias. Desde las inmediatas, que de una u otra forma se han puesto en práctica, como las de establecer sitios de acogida para los miles de refugiados que huyen hacia las vecinas Turquía o Jordania y que en su condición de refugiados los han perdido todo. O el establecimiento de corredores de ayuda humanitaria para canalizar alimentos y medicinas hacia los civiles dentro de Siria, cosa que se dificulta por el férreo control que ejercen las fuerzas armadas.
Las otras posibilidades van desde seguir intentando la aprobación de sanciones en la ONU, terreno que sigue empantanado de momento, hasta buscar una fórmula de intervención militar similar a la que se aplicó en su momento en los Balcanes, durante la década de los noventa, y que fue llevada a cabo bajo el liderazgo de la OTAN ante el baño de sangre que allí se vivía. Esta última opción apenas ha sido mencionada y no cuenta con un consenso dentro de los propios miembros de la Alianza Atlántica, dado que sus implicaciones podrían ser infinitamente más costosas que lo sucedido en Libia.
Por todo lo anterior, y mientras no se desenrede la madeja, todo indica que de momento el juego sigue en tablas. La oposición tiene el grave problema de la división interna entre quienes buscan la salida de Al Asad, pero no su reemplazo por un gobierno religioso, y los islamistas, que juegan su propio juego para pescar en río revuelto. Su alternativa es la mantener el levantamiento contra el gobierno escalando el conflicto a una guerra civil abierta e incontrolada para forzar algún tipo de acción internacional, bien sea diplomática o militar. Los días por venir irán despejando el camino para saber, a ciencia cierta, qué hacer con Siria.